“Mantén la intensidad los primeros 15 minutos”.
“Pon a prueba enseguida a la defensa”.
“No hagas intentos muy pronto. Mantén el balón en su mitad del campo”.
El rendimiento del equipo en las distintas fases de un partido puede ayudar a informar sobre una alineación táctica y dónde radican los puntos fuertes y las debilidades de un equipo.
Una de las funciones disponibles en ProVision es un reloj del partido, que permite a los analistas descomponer con facilidad varios partidos en distintos períodos.
Usaremos los datos de la temporada 2018/19 de la Premier League para ofrecer en este blog algunos ejemplos de cómo el reloj del partido puede aportar un nivel de conocimiento adicional sobre el modo en el que cada equipo suele enfocar el inicio de un partido, y cómo cambió su estilo si tuvieron oportunidad de meter un gol ganador al final.
¿Presionar o no presionar?
Hacer presión sobre los oponentes durante los primeros 15 minutos ha sido una táctica adoptada por numerosos equipos líderes durante las últimas temporadas, sobre todo por el Manchester City, pero si seguimos avanzando en la clasificación de la Premier League podemos observar que muchos equipos estaban divididos entre si replicar o no ese enfoque o esperar más tiempo y mantener su formación.
La métrica de pases por acción defensiva (PPDA por sus siglas en inglés) , junto con el promedio de distancia de inicio de una secuencia, puede proporcionar información valiosa sobre qué equipos deciden hacer presión. El último equipo de la tabla, el Huddersfield Town, quedó segundo en la clasificación de permitir los menores pases posibles por acción defensiva y el cuarto en lo que se refiere a secuencias que empezaron lo más cerca posible de la línea de gol del oponente, lo que indica que no querían que los contrarios se establecieran y tuvieran posesión del balón.
En el otro lado de la balanza, los Wolves, el Fulham, el Palace, el Brighton y el Bournemouth se quedaron atrás, tal como se muestra en el gráfico siguiente. Los dos últimos de estos cinco equipos dejaron que sus oponentes hicieran más pases por acción defensiva que cualquier otro de los equipos de la Premier League.
El enfoque del Bournemouth sin el balón es digno de consideración, ya que cuando ganan la posesión fueron el segundo equipo más rápido en lo que se refiere a avanzar el balón, contraatacando rápidamente cuando el equipo contrario se descomponía. El Everton fue otro equipo directo con la posesión del balón, aunque, a diferencia del equipo de Eddie Howe, adoptaron un enfoque parecido al Huddersfield en lo que se refiere a hacer presión.
El mismo Huddersfield fue el conjunto más lento de la liga para hacer avanzar el balón en los primeros 15 minutos, lo que indica que, a pesar de su tendencia a presionar mucho, fueron incapaces de penetrar al ritmo.
Es posible que no sorprenda que los seis primeros clubs disfrutaron de la mayor cantidad de pases por secuencia durante los primeros encuentros, con el Chelsea liderando la competición con 5.1 por 90, justo por delante del City. Tras este período de apertura, el promedio del Chelsea bajó a 4.5, lo que refuerza el modo en el que a las órdenes de Sarri ponían mucho énfasis en la retención del balón desde las primeras fases del encuentro y ir formándose lentamente.
¿Qué equipos crearon las mejores oportunidades?
Una vez establecido qué equipos parecen negar el balón a sus oponentes y qué equipos tratan de retenerlo, ¿qué equipos crearon las mejores oportunidades durante el período de inicio?
Si miramos la producción de goles esperados colectiva de cada club durante los primeros 15 minutos, a favor y en contra, podemos ver que el Manchester City dominó la competición en lo que se refiere a oportunidades creadas, además de conceder muy pocas oportunidades. El Liverpool también fue muy fuerte a nivel defensivo, y solo concedió oportunidades por un valor menor a 0.1 goles esperados por 90.
A pesar de tener mucho el balón, el Chelsea se clasificó solo en octava posición de goles esperados, mientras que el Tottenham, que obtuvo la quinta posición en el total de tiros durante este período, fueron los décimos en el total de goles esperados, con la sexta relación entre goles esperados por tiro más baja de la liga (0.9).
El City lideró la Premier League en el total de tiros y goles esperados por tiro durante los primeros 15 minutos con bastante margen, y el Arsenal fue el segundo (2.18 por 90) y tercero (0.15), respectivamente en estas métricas. El Bournemouth se clasificó en segunda posición en goles esperados por tiro, así que, aunque no disparaban tantos tiros como los seis primeros equipos, crearon oportunidades desde las mejores ubicaciones de tiro.
La producción de goles esperados del Arsenal y el Bournemouth, en ambos sentidos, sugiere que se abrieron también demasiado pronto. Los dos equipos fueron segundo y tercero, respectivamente, en goles esperados creados por 90 minutos, aunque también ambos concedieron oportunidades que equivalían a 0.2 goles esperados durante este período.
Tras unos inicios relativamente lentos, el Tottenham y el Chelsea se fortalecieron hacia el final del primer tiempo, y quedaron segundo (0.15) y tercero (0.12) en la liga en cuanto a la diferencia global de goles esperados en el período de 15 minutos antes del final del primer tiempo.
El contraste en el rendimiento del Arsenal y los Wolves
Además de iniciar de forma rápida durante el primer tiempo, el Arsenal también fue rápido al principio del segundo tiempo, y registró una diferencia positiva de goles esperados durante ambos períodos. Sin embargo, no fueron capaces de mantener este rendimiento durante toda una mitad, ya que en los siguientes 30 minutos de cada tiempo su diferencia de goles cayó hasta cifras negativas.
La caída en el rendimiento del Arsenal durante la primera mitad no fue resultado de conceder más oportunidades, ya que su producción de goles esperados encajados permaneció relativamente estable, sino que fue porque no pudieron mantener el alto volumen de oportunidades de gran calidad creadas durante los primeros 15 minutos.
Este enfoque contrasta en gran medida con el de los Wolves, que fueron más lentos al inicio y solo crearon oportunidades equivalentes a 0.14 goles esperados durante el período inicial. Sin embargo, después de ese período, registraron una diferencia de goles positiva o nivelada durante las etapas restantes del partido.
Como se puede observar en el siguiente gráfico, el equipo de Nuno entró en acción durante los últimos 15 minutos de los partidos, momento en el que creaba oportunidades equivalentes a 0.44 goles esperados por 90, la segunda mejor producción de la liga. Así que, aunque mantenían la calma en los inicios, como indica su PPDA y su punto de inicio de secuencia durante los primeros 15 minutos, crearon sistemáticamente oportunidades de gran calidad al final, por ejemplo, João Moutinho creó 21 oportunidades entre el minuto 75 y el minuto 90 durante la temporada, lo que equivale a un total colectivo de 1.24 xA.
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Crear oportunidades claras cuando se presiona para ganar en los minutos finales
Además de dividir un partido en períodos distintos, ProVision también permite a los analistas filtrar los datos con base en el estado del juego, identificar los cambios en el modo de juego de un equipo dependiendo de si van ganando, van empatados o van perdiendo.
Si nos centramos en el período que va del minuto 75 al pitido final y van empatados, podemos sacar información muy útil sobre qué tan directo es un equipo cuando tratan de presionar para lograr un gol ganador.
En lo que se refiere a la producción de goles esperados por 90, el Bournemouth lideró la competición, ya que creó oportunidades equivalentes a 0.49 goles esperados durante los partidos que jugaron e iban empate. Lo lograron dando un giro a su estilo de juego y tratando de crear oportunidades.
Los Cherries fueron más directos, tanto en términos de velocidad en la parte superior del campo como en metros ganados, y realizaron menos pases por secuencia que su promedio de la temporada en total. También pusieron mucho énfasis en llevar el balón al área de penalti desde posiciones amplias.
El Bournemouth tuvo un promedio de tres cruces de juego abierto en el tercio de ataque por 90 durante los últimos 15 minutos, el segundo valor más alto de cualquier equipo, con un aumento del 10 % en intentos de gol de cabeza. En comparación, quedaron en el puesto 15 de la liga en todos los cruces de juego abierto.
En el otro lado de la balanza, el Chelsea destacó por ser el equipo más paciente en la búsqueda de un gol ganador. Aunque su conteo de pases de secuencia promedio decayó y su velocidad directa aumentó (una tendencia en línea con la mayoría de los equipos de la liga), tuvieron un mayor promedio de secuencias con un mínimo de seis pases y el mayor tiempo de secuencia. También promediaron casi 24 pases en el tercio de ataque, un 25 % más que cualquier otro equipo, lo que indica que no le importaba esperar la ocasión perfecta para actuar en lugar de arriesgarse a ceder la posesión.
En el otro lado del campo, el Chelsea también fue uno de los dos equipos que no perdieron un partido si iban empate a falta de 15 minutos, y no encajaron ni un solo gol durante toda la temporada. En las últimas etapas de los partidos, concedieron oportunidades equivalentes a 0.05 goles esperados por 90, y la mayoría de los intentos venían de la esquina del área de penalti o de ángulos muy estrechos.
Los enfoques tan opuestos del Bournemouth y del Chelsea nos dan una idea de cómo se adaptaron los equipos durante las etapas finales cuando tenían la oportunidad de aprovechar un gol de último minuto, información que puede dar una idea potencial de la planificación de un equipo sobre posibles escenarios en el partido, mientras evalúan a sus próximos oponentes a lo largo de la temporada.